lunes, 14 de agosto de 2017

Baterías de plomo en el campo del reciclaje

Bajo el capó de los coches se encuentra uno de los casos más curiosos hoy en día en el campo del reciclaje: una batería de plomo-ácido. 

Estos acumuladores utilizados sobre todo para el arranque de los automóviles destacan por contener elementos que pueden ser altamente contaminantes como el plomo o el ácido sulfúrico, pero también por ser elementos mas reciclados . Según la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), en España se recicla cerca del 95% de las baterías que se sacan al mercado, las chatarrerias de recuperación de plomo están practicante en todas las ciudades. “Es marginal la cantidad de baterías que no son recicladas”, garantizan desde esta organización.

chatarrerias de recuperación de plomo

El plomo ha sido responsable de múltiples episodios de contaminación y envenenamiento a lo largo de la historia, siendo uno de los más notorios el causado por su incorporación (ya prohibida) al carburante de los coches. Pero también ha sido ampliamente utilizado en todo tipo de productos. Hoy su uso se ha reducido mucho y se concentra en el sector de baterías para automoción. De acuerdo a los datos de la Unión de Industrias del Plomo (Uniplom), la producción de este metal en el país en el año 2009 fue de 138.000 toneladas, empleándose alrededor del 80% para fabricar acumuladores para los coches.

Este tipo de baterías se componen fundamentalmente de plástico polipropileno (7%), de agua y ácido sulfúrico del electrolito (23%) y de plomo en diferentes formas (63%). Hasta que se encuentran otras tecnologías que permitan el desarrollo del coche eléctrico, son todavía las más utilizadas en los automóviles. No son peligrosas durante su uso en el motor del coche, pero sí al final de su vida útil cuando se convierten en un residuo, por lo que deben ser gestionadas de forma especial evitando que acaben abandonadas en cualquier sitio. No sólo por el plomo, sino también por el ácido sulfúrico, que resulta corrosivo.


Con todo, existe otra circunstancia muy importante: en España se dejó de extraer plomo de las minas hace dos décadas. Con el cierre de minas como la de Peñarroya en 1992, en Murcia, se puso fin a la explotación de este metal en el país, dejando tras de sí un grave problema de contaminación ambiental en lugares como la bahía de Portman. La principal fuente de plomo para los productores españoles esté en las propias baterías de los coches. Aunque existe chatarra de la que recuperar este metal (tuberías, planchas de tejado, soldaduras, maquinaria de impresión antigua), es del reciclaje de los acumuladores de los coches ….
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